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Corriendo largo por el monte.
Foto: Sendero remontando el río, de Cercedilla hacia el Alto del Telégrafo
Según avanza esta lluviosa primavera, trae a remolque la temporada alta de las carreras de montaña, un verdadero «verano indio». Y en el, tres citas que espero con mucha ilusión:
19jul: Ultra Trail Aneto 62k / +4.600m
29ago: Courmayeur-Champex-Chamonix. 96k / +5.600m
Para mi desgracia, Abril y medio Mayo los tuve que dedicar a ir recuperando la rodilla y otros achaques varios con paseos montañeros por Maliciosa, La Peñota, Cabezas de Hierro…
Por fin, y poco a poco fui pasando del andar al trotar/correr.
Despues de un ensayo general la semana pasada en una quedada del «Tierra Tragame», por fin me ví listo para hacer una prueba entrenando ya tan largo y duro como para esas tres bichas del verano.
Asi, nos juntamos Wild y yo en la estación de Cercedilla a las 8.20 de la mañana del sábado, con un cielo que amenazaba desplomarse sobre nuestras cabezas.
El plan del día, rehacer completa la ruta del MAM07, en que por la salvaje ventisca en las cimas se suprimió el tramo Cotos-Peñalara-Claveles-Cotos.
Teníamos ante nosotros los 34k que abarcan este circuito: Salimos del Ayuntamiento de Cercedilla (1.162m) remontando hasta el Alto del Telégrafo (1.975m) . De allí, breve descenso al Puerto de Navacerrada y vuelta a remontar hasta Bola del Mundo (2.265m), desde donde dejarnos caer por la estrecha senda de la Loma del Noruego que desemboca al fin en el Puerto de Cotos (1.830m) Desde aquí, vuelta hacia casa rehaciendo el camino.
Salimos pertrechados como para un ultratrail con bastones, mochilas, 2L de agua por cabeza, comida, guantes, chubasqueros… Y no nos sobró nada, todo acabó siendo necesario.
El día a ratos caía en niebla, lluvia, granizo y a ratos nos regalaba algún tímido rayo de sol.
Además, tras tantos días de lluvias constantes, todos los riachuelos que habíamos de cruzar bajaban bravos, obligando a empaparse las zapas una vez sí y otra tambien pese a todos nuestros saltos y cabriolas por evitarlo. Terreno de aventura.
Corriandando por aquí, bajando por allá, fuimos pasando de un monte al otro, y al otro y aún uno más. Cada vez un poco más cansados, pero tambien con una sonrisa en la cara por la belleza del panorama en el bosque o en las cimas.
Nos cruzamos con 3-4 grupos de corremontes tambien dándole duro, arriba y abajo de la Sierra y aguantando el chaparrón con buena cara.
Al final, hacemos nuestra entrada de de vuelta en la Plaza Mayor de Cercedilla, derrengados y felices. Hemos dedicado 5h20 a recorrer la ruta, a buen ritmo pero sin empujar.
Una delicia…cuando se me pase la resaca que sienten ahora mis músculos y articulaciones, tras tantas horas de «fiesta montesa». Como cabras, sí, y nunca mejor dicho 😀
