Escalada, trail running y skimo en USA: Diario expedición invernal, por Genís Zapater. Del granito en Yosemite al powder de Wasatch, en Utah.

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El esquí de Montaña y la escalada en roca tienen en Utah y Yosemite dos iconos mundiales. Vivir el granito en Yosemite y flotar sobre el polvo blanco de Utah son para muchos enamorados de la montaña un sueño pendiente. Así lo era tambien para Genís Zapater que este invierno se armó de valor y decidió apostar a tope para ello.

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Trabajar poniendo luces de Navidad a destajo le permitió refinanciarse un viaje, que compartimos con nombres míticos del skimo, la escalada y el trail running estadounidense, en plena actividad con Genís. Arrancamos con la escalada al sol en Utah, sobre una nieve espolvoreada al pie de los cañones, como prólogo al skimo en la Norte del Pico Superior en Wasatch y más.

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ESCALADA Y ESQUÍ DE MONTAÑA EN AMÉRICA: UN MES 

Por Genís Zapater. 

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Estoy escribiendo esto el 1 y 2 de febrero, entre Indian Creek, Utah y Jackson Hole, Wyoming.
Todos tenemos sueños y los sueños están para cumplirlos. Es más, los mejores sueños son aquellos donde  tienes que poner toda la carne al asador para cumplirlos. Desde pequeño que he estado por todas las montañas de Europa viendo mis padres escalar o competir en ellas. Siempre me pregunté si en los otros continentes también habría tal preciosidad de lugares como en los Pirineos, los Alpes, las Dolomitas, el Tatras, el Caucaso…todos los otros lugares donde me fui criando.

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Poco a poco fui descubriendo que si, que había un repertorio inagotable de nuevas montañas, bosques, desiertos y valles por descubrir ahí fuera. Muchos de ellos además, igual o más bonitos que los que había visitado hasta entonces en mi casa. En especial, fui descubriendo que era lo que el continente americano escondía: Un lugar inmenso, precioso, escarpado, hostil, salvaje y remoto. Lo tenía todo para mi. Encima también descubrí las carreras de allí. Así empezó un poco todo. Ansias de conocer, explorar. De Aventura.

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Llegó un punto en que para mi vivir en America era un sueño. Y mas después de estar más de dos años con una novia americana y nunca poder ir allá, por carreras o compromisos. Y si, ella me dijo exactamente lo mismo: «¿Ahora que lo dejamos vienes cabrón?» ¡Pues si!

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Viajar a America en un rápido salto de ida y vuelta sin más, no era suficiente para mí. Es un lugar tan descomunal que creo merece hacer un esfuerzo por vivirlo. Y esto es lo que he intentado: Marché a America por tres meses, pensando en vivir sus montañas de todas las formas que me sea posible: Competir en todas las carreras de esquí de montaña que pueda; escalar todas las cascadas de hielo que pueda; todas las fisuras que mis yemas aguanten. Bueno, de momento todo lo que tengo en mi lista de sueños… ya que estaba claro que si se iba a America, o se iba a muerte o no se iba.

Pues eso hice. Irme por tres meses a América, pagando un precio alto por ello. De hecho, hacer realidad este sueño me ha costado el trabajo de profe de esquí y guía que tenia en Zermatt y Baqueira. ¿Valió la pena?  Según cada cual, imagino. Yo te cuento lo mío y tu ya decides. 

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Aterrizamos en Los Angeles el 15 de Diciembre con una lista de cascadas, otra de vías de escalada y un calendario de carreras de skimo y 1.300€ en el banco. Todo era perfecto. Viajaba con Ona, la compañera con quien he competido juntos en skimo muchos años cuando ella era sub23 y yo cadete. Despues ella se fue tres años de viaje por el pacífico. Ganó varias copas del mundo, mundiales y gran parte de las carreras de prestigio de skimo en sus años mozos. Es seis años mayor que yo y con unas ganas de comerse el mundo que no le entran.
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En California teníamos que encontrar un coche y salir a tachar proyectos y a vivir la vida hasta que esos 1.300 llegaran a cero. Fue mucho más rápido de lo que nos pensamos. Viajamos con 150kg de material repartidos en 2 bolsas de esquís, una bolsa de viaje y un petate de Big Wall de 90kg cada uno. Cuando aterricé a las 2 de la madrugada en el caótico aeropuerto de L. A. y vi mi vida en esas 6 bolsas estuve muy orgulloso de mi mismo. Eso era todo lo que necesitaba ya que al final eso era una especie de mudanza.

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Una vez allá, lo primero fuimos a casa de Chad, él es una leyenda del surf y de la escalada yosemitica. Y hasta que no se sufrió un tremendo accdinte donde el fémur le llego a la oreja, también un crack del motocross. Chad nos ayudo a encontrar un coche pero al final nos lo vendió el amigo de un amigo de un amigo mio desde Barcelona. Culebrón 3.0. Una vez con el coche y tras cinco días haciendo surf y bebiendo cerveza en Redondo Beach nos fuimos dirección Yosemite.

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No voy a decir quien pero le tengo un poco de rabia a un corredor americano. La suficiente rabia como para desviarme 350km de mi ruta original hacia Sequoia National Park para ver arboles gigantescos y también para joderle un par de KOM’s en el Strava que yo sabía que estaba muy orgulloso de ellos. Así lo hice. Las 24 millas del High Sequioia Loop eran ahora míos, junto a la grandísima mayoría de ascensiones and DH. El día siguiente, con los gemelos en la nuca después de estar los últimos 2 meses sin correr, solo esquiando, fuimos con Ona a hacer el turista por ahí. Realmente es un mundo paralelo el yanki: Esos bosques y piedras moldeados por los pasos de glaciares tan grandes que nolo podemos comprender. Sequoia representaba el epicentro del Sierra Baja Natural Reserve. Y era excepcional. No había strava de bajada al puerto de Sequoia NP en coche pero seguro que también lo peté después de saber que a las 7pm cerraban la puerta del parque y que nosotros eran las 6:50 y aun estaba en la pastelería con un croissant entre los dientes.

Una semana después de aterrizar llegamos a Yosemite a probar nuestras agallas… y nuestro miedo. Más que miedo, pavor.  Mucho pavor. El primer día fue el mejor, no logramos subimos ni a un taburete. Llegamos con tantas ganas y fervor como un adolescente a un concierto de Justin Bieber pero fue tocar el granito legendario de Yosemite y volver hechos un mar de lágrimas a nuestra tienda del famoso Camp 4. Por la tarde, localicé los dos Stravas más laureados en Yosemite. El Camp 4 – High Fall Climb & DH y el Glacier Point Climb & DH. Ya tenía los objetivos que hacían falta. Acabar los 15 días en Yosemite no llegando cada día llorando a la tienda y con esos Stravas en el bolsillo. El siguiente día tenía controlados los Climbs y ya los KOM’s de las bajadas y por la tarde fuimos de boulder. Volví a llegar llorando. La primera semana adelgacé como 2kg y fueron la clave para lograr esos KOM. Estaba tan contento que me dormí en la celebración de mis KOM’s y de el encadene de un chico de Mark de Tenessee.

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Poco a poco nos hicimos a la idea, la idea era que cada pan valía 10$ en el Half Dome City Market y que llevábamos 10 días en Yosemite y Ona estaba ya a cero y mis 1.300 a 40. Teníamos que hacer algo. La cosa fue que a través de Núria de mi pueblo conocí a Jan de Yosemite que ahora estaba en Patagonia y desde Jan conocí a Luke quien trabajaba en el Majestic Hotel en el valle.
Luke era el lavaplatos y se convirtió en nuestro Santa Claus. Cada día a las 7:45am para desayunar y 7:45pm para cenar, Luke salía por la puerta de las basuras de la cocina del “fancy” hotel Majestic con una bolsa de la basura muy grande, cerrado con esparadrapo de escalador y dentro había sobras previamente seleccionadas por él. Calientes y mucho más ricas que lo que preparábamos nosotros en el Camp con un hornillo y ocho escaladores de por toda America picando lo que se intentaba cocinar (yo entre ellos).
Nuestra cena de Navidad fueron sobras del Hotel entre los cubos de basura y los coches eléctricos Tesla de 150.000$. Era una combinación interesante.
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La idea era estar 15 días en el Valle pero con 12 tuvimos suficiente. Si, tan solo doce días fueron los días que nuestro cerebro aguantó el terror que representaba aprende a escalar de 5.7 a 5.10 en ese submundo llamado “The Valley”. Recuerdo la primera vez que corrí en Copa del Mundo de skimo. Si, es una carrera de ski de montaña y llevaba pieles, skis, botas, palos y mochila y tenía mis adversarios y mis montañas que subir. Pero eso era otro deporte, eso no eran las carreras que yo conocía.

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Escalar en Yosemite fue una sensación similar. Si, tenía pies de gato, cuerda, friends, mosquetones, compañero y esa pared que subir. Pero por dios: ¿Por qu cuesta tantísimo en todos los sentidos? Tengo que esforzarme muchísimo para leer cada secuencia y encima el miedo te paraliza y te hace dudar aún más de lo que normalmente ya dudarías al realizar un movimiento. Bueno, aún podría cagarme más con Yosemite, pero me quedo con los amaneceres en el Half Dome y los atardeceres en el Capitán. Demasiado fabuloso, mágico e inimaginable. Y algo más, ahora ya éramos parte de esa historia. Ya habíamos tocado y volado por donde los más grandes de todos los tiempos habían volado. Ahora ya éramos un poco más montañeros.

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El 29 de Diciembre salimos dirección Salt Lake City. De camino paramos al Lake Tahoe para ir a correr con Joe Jon, un amigo de mi padre que ganó varios mundiales de raids con él y quería ir a correr por unas montañas donde Kilian corrió en el Tahoe Rim Trail y que me dijo que eran brutales. Y lo afirmo, lo eran. Esa noche dormimos en la casa de Joe y Mariane en una bahía del lago, brutal, esa casa llena de premios míticos, bicis legendarias y en fin… Madera, fuego, lago, montañas y vidas que cuentan por 80.000.

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El día siguiente día 30 llegamos a Salt Lake City. En casa de Tom y Dominique. La ultima vez que estuve allí lo dejé con el amor de mi vida. Esta vez esperaba que me fuera mejor. Esperaba… Pues no, solo llegar a Salt Lake City fui me puse tan malo, tan malo, tan malo que estuve 6 días en la cama sin poder moverme ni para ir al lavabo. No exagero. Del miedo, las palizas valle arriba y abajo corriendo, los porteos a pie de pared y de alto de pared al Campo, de las noches heladas como la muerte en la tienda y de los días calientes en Yosemite, cogí una cuando llegué a una cama que no lo sé ni yo. Nunca en mi vida había estado tan mal. De verdad os lo digo.
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Tom y Dominique son…. No puedo describirlos. Pensad todo lo bueno que puede tener alguien y ellos lo tienen. Generosos, humildes, sencillos, más que buenas personas, vitales, simpáticos, valientes, motivados, con ganas de ayudar a todo siempre, con ganas de comerse el mundo y lo más importante: con una humanidad que no les cabe en todo América. Y encima guapos, inteligentes y los cabrones, con los deportes son un avión. Dominique es una bestia en el agua. Lleva toda la vida y es un pez. Le encanta la montaña, la cocina, el yoga, los animales y dar vueltas al mundo entro muchas otras cosas.

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A Tom Goth lo conocí hace dos años cuando vine a America por primera vez, entonces nos dimos cuenta que habíamos corrido en varios mundiales de skimo juntos. Ese verano entrenamos un montón juntos y justo antes de volver a casa corrí en Snowbird, la mítica carrera SpeedGoat donde luchamos toda la carrera por el 4oº puesto. El me fumaba subiendo y yo en llano y bajando. Al final yo me retiré al pie de la última subida ya que en una semana tenía el mundial en Boí.

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Al grano. Tom juntamente con los hermanos Jason y Andy Dorais son LA institución del skimo, de las carreras de montaña y del montañismo en Utah y posiblemente de gran parte del oeste Americano. Es con ellos tres,  con quien desde que llegamos a SLC he tenido las mayores aventuras. Aparte de entrenar como animales en el gimnasio, el rocódromo y… en el mejor powder de todo el mundo. Ya lo pone en las matrículas de Utah. “Life elevated” y “Best snow on earth”. Bueno… En las matrículas de Idaho pone “fabulous potatoes” o sea que también…
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¿Por que el de UTAH el mejor polvo del mundo? Mejor que Nagano o Hokkaido? Porque en Wasatch, las montañas del Norte de Utah, donde se concentra la nieve, las bajadas son con:
1. Mucho más desnivel.
2. Mucha más pendiente continua.
3. Mucha más seguridad y estabilidad del mantel nival.
4. No hay tanta nieve como en Japón osea que puedes hacer muchas más bajadas y moverte
mucho más ya que ni cargas skis tan grandes y pesados ni tienes que abrir tantísima traza.

5. La densidad del powder es una locura. Entre el 3 y el 5% es donde normalmente esta es un powder realmente disperso y con gran sustentación en el aire.

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El powder de Utah es conocido por todos. Por todos los amantes de la nieve. Todos. Es un paraíso y realmente es una barbaridad. He estado en Furano, Hokkaido y en Onsen, Nagano y os puedo asegurar que no es lo mismo ni de cerca. Los volcanes Japoneses son geniales pero la espectacularidad de las rocosas son inigualables.

 

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El primer día que fuimos a esquiar ya me di cuenta de que pensaban igual que yo pero un poco más avanzado. Ellos no compiten y están muy bien esponsorizados, y eso es por algo. Primero de todo porque son los referentes de la zona y por otro lado, por la calidad de contenido que generan. Todos ellos tienen una camera buena, una Gopro con el estabilizador y un Drone. Y cada día uno lleva algo diferente. Con eso no solamente consiguen ser los grandes de la zona, que es indudable, sino también dar a conocer a la gente los lugares más o menos peligrosos y donde se han metido que siempre es donde los otros no han tenido agallas. Y eso también les gusta. Solo les falta saber alguna canal o arista que alguien se haya vuelto para que la mañana siguiente estemos nosotros jugándonos el pellejo para sacarla. Y así salieron cosas como el descenso de la Cara Norte del Pico Superior en las montañas Wasatch, que repasamos aquí en apenas un minuto con un gran trabajo de video hecho por Andy Dorais. 

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Con todo esto, aun no os he dicho como acabó nuestro gran dilema económico. Llegué a Utah, pensando que las escuelas de esquí y empresas de guías de montaña se me tirarían a los pies como veterano de Zermatt o Baqueira. ¡Qué error! Sin papeles no te quieren ni hablar. Acabé trabajando tres días a la semana: 10 horas diarias de sol a sol, sacando luces de navidad por las casas. Era un trabajo muy duro, llegaba con las manos quemadas del plástico de las luces, se rompían bombillas y el cristal me iba a los ojos y el frió nos tenía cerrados dentro de gorros, bufandas y chaquetas. Y si, los tejados estaban nevados y era muy peligroso sacar las luces, el equipo de Max (mi compañero de trabajo) y yo fuimos los únicos que no nos pasó nada, todos los otros tuvieron accidentes. Si llego a tener un accidente yo, con asistencia de ambulancia, estábamos listos. Aparte de que no puedo pagarla, porque aquí todo eso es un servicio privado, al jefe lo meten a la cárcel.

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Recuerdo que cada día , cuando llegaba de currar solo tenia ganas de morirme en la cama, de lo destrozado que estaba. Pero con esto hacía entre 250 y 300$ al día y era suficiente para arreglar el mundo. La primera semana trabajé los siete días; la segunda y tercera tres más. Con eso teníamos más de 3.500$. La aventura continuaba. Ya teníamos dinero.

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En estos momentos, cuando deje de trabajar solo tenía ganas de entrenar esquiando, cada día hasta al límite. De sentir todo el día esa sensación de volar entre la nieve. Ese placer indescriptible de hundirme hasta el pecho y sentir que flotaba por todas las montañas y valles alrededor de Wasatch Ridge, que conducía esas tablas anchas y ligeros hasta el límite subiendo y bajando y que si, esa noche me dormía con una sonrisa de cansado, de muerto, pero feliz. Había conquistado más montañas, pasado más valles y recorrido más lugares.

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Los días que hacía tan y tan mal tiempo que cerraban los cañones, íbamos al gimnasio a correr en la cinta con Jason, Andy y Tom y a escalar todo el día hasta que reventábamos. Me encantaba la vida en Salt Lak City. Cada vez conocía más gente, tenía más planes, conocía más lugares y estábamos genial.

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Un día por eso encontré un papel arrugado en un bolsillo de unos tejanos sucios del viaje. Era mi lista, mis carreras, mis cascadas y mis paredes con sus vías. Tenía mucho trabajo y me estaba apalancando. Esta ciudad estaba haciendo que dejase de lado los objetivos. Esa semana Ona se fue a hacer una travesía por Arches NP y yo, juntamente con Jason y un amigo llamado Clyton fuimos a Indian Creek toda la semana. Era ya esta semana y cada día escalábamos des de que la temperatura nos lo permitía hasta que se hacía de noche y teníamos que refugiarnos en medio del desierto alrededor de una hoguera mientras cocinábamos la cena y preparábamos el coche para dormir.

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Al final de semana por eso daban lluvia en la catedral de las fisuras, en Indian Creek, y las noches se nos hacían largas y frías, otra vez. Como en Yosemite. Y aunque no hay cobertura en Indian Creek ni a 300km alrededor, sabíamos que en Jackson Hole había powder de calidad y un hotel para nosotros. Decidimos esquiar 3. 000 metros cada día de powder y hotel con Sauna y Jacuzzi. Y aquí estamos. Porque esto sigue…

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ESCALADA Y SKIMO EN ESTADOS UNIDOS: Galería de fotos por Genís Zapater. 

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ESQUÍ, SKIMO  Y LAS CARRERAS DE MONTAÑA, DEPORTES HERMANOS.

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Info redactada por Mayayo Oxígeno para www.moxigeno.com