PUERTOS TOUR DE FRANCIA: Reabiertos los puertos míticos Pirineos. Tourmalet, Aubisque, Soulor, Marie-Blanque, Luz Ardiden…

PUERTOS TOUR DE FRANCIA: Reabiertos los puertos míticos Pirineos. Nuestra sección CICLISMO celebra hoy el poder volver a pedalear por los mitos que desde 1910 visitan Tour de France y Vuelta a España. Nombres como Portalet, Tourmalet, Aubisque, Soulor, Marie-Blanque o Luz Ardiden a los que desde ya podemos volver a rodar.

Lo celebramos hoy con un doble repaso de su histria, desde 1910 hasta hoy, incluidas algunas fotos de nuestras ultimas subidas a  estos colosos, el pasado verano.

Ultimo Kilómetro a cima Portalet, el Midi dÓssau nos vigila. Foto: Corinne Crabe.

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PUERTOS TOUR DE FRANCIA

Reabiertos los puertos míticos Pirineos

 

Todo empezó en 1910…. Con motivo del séptimo aniversario de la competición los organizadores del Tour deseaban ofrecer nuevas sensaciones. Henri Desgranges, creador de la carrera, buscaba la forma de introducir los puertos de los Pirineos en el programa de la competición.

Para ello, envió a sus colaboradores a una visita de campo y el informe que redactaron era poco menos que apocalíptico: no había carreteras, las fieras salvajes campaban a sus anchas. Lo más increíble: ¡Muchos lugareños no hablaban siquiera francés, sino bearnés!

Sea como fuere, el 19 de julio de 1910 los ciclistas se aventuraron por primera vez a ascender el puerto de Port, Portet d’Aspet y el puerto de Ares, en la etapa Perpiñán-Luchon (289 km). Al día siguiente se dieron cita a las 3:30 de la mañana para regresar a Bayona; una etapa de 325 km y el descubrimiento de los gigantes pirenaicos: Peyresourde, Aspin, Tourmalet y Aubisque.

 

En el Tourmalet, el vencedor de la jornada, Octave Lapize, puso pies en tierra porque la pendiente era demasiado dura, tuvo que tirar la toalla. La misma dantesca situación se repitió en el Aubisque, dónde subió a pie lanzando a los organizadores un grito de odio: «Sois unos asesinos.»

Tardó más catorce horas hasta que por fin, se coronó vencedor en Bayona. De la cola del pelotón ese día, mejor no hablar.
Asi pues, ya desde la primera visita, hace 111 años, se forjó la leyenda de los puertos míticos en Pirineos, con Tourmalet y Aubisque a la cabeza de todos ellos.

Invierno sobre las bicis gigantes del Col d´Aubisque. Foto Mayayo.

PUERTOS TOUR DE FRANCIA: Pirineos nunca decepciona. 

A lo largo del tiempo transcurrido, más de un siglo ya, se han ido escribiendo capítulos. Muchos épicos, alguno hasta cómico y por desgracia no ha faltado algún momento trágico. Entre ellos, momentos de triste recuerdo como la caída mortal del italiano Fabio Castelli en el descenso de Portet d’Aspet, en 1995 o el de Luis Ocaña y su abandono en el puerto de Mente, en 1971.

Hay tambien momentazos heroicos para la historia: En 1913 el ganador, Eugène Christophe, que había sido vencido en el Tourmalet, tuvo que llegar hasta Sainte-Marie-de-Campan para forjarse su propia horquilla. O en 1934, cuando René Vietto cedió su rueda delantera a su compañero de equipo Antonin Magne, que había caído en el descenso del Puymorens.

Y no han faltado magníficos recuerdos deportivos: La cabalgata solitaria del joven Eddy Merckx, en 1969, que llegó al Tourmalet 8 minutos antes del segundo. El mítico descenso del Peyrosurde en 1983 por «El Loco de los Pirineos» un Perico Delgado que se jugó allí la vida..y no ganó ni la etapa, pero sí la portada de L´Equipe.  Imposibe tampoco olvidar la victoria de Marco Pantani, cuando se puso la meta por primera vez en el Plateau de Beille, en 1998.

PUERTOS TOUR DE FRANCIA:   ¿El puerto preferido de Miguel Induráin? Tourmalet

El navarro, pentacampeón del Tour, ha confesado en varias ocasiones que el Tourmalet es su puerto favorito del mundo entero. Lo ha subido en multitud de ocasiones. Y fue allí, en su descenso de 1993 cuando le vimos dar una exhibición en descenso como pocas veces nos regaló.

Miguel llegaba líder a Pirineos, pero su gran rival era un correoso Tony Rominger. El suizo atacó en la subida. Logró abrir hueco y coronó con unos 50 segundos. Su ritmo y su reputación como gran bajador nos hacía temer a todos lo peor, mientras el líder iniciaba el descenso a tumba abierta, buscando el liderato.

De repente, las cámaras de TV enfocaron a un ciclista inesperado….Como saliendo de la nada, sin que nadie lo esperase, y con velocidades superiores a 90 kilómetros por hora, en la rueda del ciclista del Clas apareció un cohete amarillo. Nadie lo había visto venir, pero Induráin atacó bajando y fue capaz de quitarle casi un minuto a Rominger en el descenso del Tourmalet. MIto y leyenda.

Hoy, los puertos del Tour de France nos esperan abiertos ya, tras el invierno. Pedaleando por ellos, podremos  revivir al paso aquellas hazañas y sentirnos, cada cual a su ritmo, como uno más del incesante río de ciclistas que desde 1910 sufrimos y gozamos por igual en estos puertos míticos de Pirineos.

Monumento al ciclista. Col du Tourmalet. Foto Mayayo

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PUERTOS TOUR DE FRANCIA: Galería de fotos por Mayayo.