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IV Roncesvalles Zubiri. 4oct09
Subimos al pirineo navarro para disfrutar un fin de semana de otoño, y recorrer por cuarta vez la media maratón que enlaza -por la ruta peregrina- la Abadía de Roncesvalles con el pueblo de Zubiri. Recorrido toboganero, con desnivel total negativo y terreno de lo más variado (sendero, pista, asfalto, rocas…). No muy duro aeróbicamente, pero sí para los músculos por lo corto y brusco de cada sube-baja. *Aquí impresiones de los años previos: 2006, 2007, 2008.
Con ser bonita la carrera, es siempre el remate de un paseo otoñal por estas tierras. Este año nos quedamos en un caserío más cercano a Pamplona, para bajar a recorrer la Navarra media. Visitamos así rincones como Campanas, Obanos y Puente La Reina. Todos ellos con encanto: Piedras viejas y hermosas leyendas medievales.
Pero desde que pasé por aquí como peregrino solitario un invierno ya lejano, pocos lugares me han llegado como la octogonal ermita de Santa María de Eunate, que se alza enigmática y sola en mitad de los campos.
¿Como así? Los constructores del s XI-XII en adelante sabían de sobra hacer plantas y muros geométricamente perfectos, so pena de derrumbre. (Ken Follet se ha ganado estupendamente la vida reviviendo su talento) Si nuestra discreta ermita campera se levantó descabalada, fue por alguna poderosa razón. Su constructor fue un adelantado a su tiempo, al asumir los enormes riesgos de esas asimetrías. Y no menos arriesgado, el maestro cantero que adornó los capiteles. Bajo las mismas barbas del canónigo se permitió dejar en ellos imágenes ocultas tan espeluznantes como esta:

¿El bafomet templario?
Siempre disfruto al volver a ver esta amiga de los cien arcos (“Eunate”, en euskera) . A la tarde, nos reunimos con Arancha y Aitor para subir a Eugui a honrar las carnes y vinos de la tierra para la cena.
Salimos. La primera mitad la disfruto como nunca. Por primera vez -y sin forzarlo- paso muchos corredores en estas rampas. En las bajadas me refreno un poco para no castigar demasiado los músculos, aún en recuperación ultrera.
Aún asi, voy como un tiro hasta pasado el ecuador de los 21,5km de carrera. Aquí las palizas alpinas pasan ya factura. Aunque mantengo los 170 latidos de mi umbral, no me dan ya las piernas para más, voy perdiendo algo de ritmo. Cruzo meta con 1h51 neto. Machacadito, sí. Pero apenas un minuto por detrás de mi mejor marca aquí, bien.
Arancha llega 10 minutos despues, tras tomarlo con mucha más calma que el año previo.
Y por fin, veo entrar a nuestra triunfadora del día: Dallas cruza meta en 2h40, rebajando en nada menos que 11 minutos su marca aquí ¡Bravo!
Ahora, toca descanso. Mucho descanso para estar del todo sano en nuestra próximo dorsal: Cuarta visita a la Behobia-San Sebastián y nueva cita ultraoxigenada. Otro fin de semana de lujo….¡Que ganas tengo!
PD: En la clasificación aparecen 23 corredores cuyo paso no registró la alfombrilla de la salida, Todos del pelotón trasero, de más de 2h. ¿Tremendo error técnico de la organización? ¿Tramposos organizados que salen antes de tiempo o desde más adelante para no superar las 3h de cierre de control anunciadas? No me entra en la cabeza 🙁 De los 23, casi todos pertenecen a dos clubs concretos…